¿Qué es shiatsu?
Arte de curación tradicional japonés, notablemente efectivo para disipar la tensión muscular y aumentar la circulación de la energía vital. Utiliza la facultad del contacto y la presión sobre puntos específicos para estimular los mecanismos innatos de autocuración de nuestro cuerpo.
En una sesión de Shiatsu el terapeuta presiona con los pulgares, dedos, palmas, y en ocasiones con los codos, rodillas y pies para inducir una profunda relajación y sensación de bienestar.
La terapia en ocasiones puede ser dinámica, en ocasiones más estática, presionando y estirando las extremidades y el torso. Amasando y liberando músculos contraídos.
Recibir Shiatsu es profundamente relajante y al mismo tiempo revitalizante; queda un estado de tranquilidad y la sensación de estar en contacto con cada una de las partes de nuestro cuerpo.
Shiatsu tiene su origen en el masaje tradicional oriental y, al igual que la acupuntura y otras terapias orientales, trabaja sobre el sistema energético corporal utilizando la red de canales o meridianos que están relacionados con el funcionamiento de los órganos internos así como con nuestra armonía emocional, psicológica y espiritual. El concepto de percibir al cuerpo como un organismo energético tiene su origen en el milenario pensamiento chino, y que a través de siglos de experiencia y estudio, ha evolucionado en un sistema de teoría médica robusta y poética.
La energía, conocida como Ki en japonés (Qi en chino), fluye por todo el cuerpo como un sistema de ríos y canales. Esta energía se intercambia constantemente en los órganos y en todo el sistema de canales o meridianos. El sistema completo está organizado para regularse automáticamente y la mayoría de los desequilibrios de Ki se corrigen en forma automática y sin esfuerzo. Sin embargo, a pesar de que este sistema tiene la capacidad de autorregularse puede suceder algo que perturbe el flujo dinámico del Ki ocasionando falta o exceso de Ki. Lo que puede ocasionar desde síntomas físicos hasta disturbios psicológicos o emocionales, o bien simplemente se puede tener la sensación de que “las cosas no andan bien”.
La teoría médica oriental proporciona un sistema a través del cual el terapeuta puede evaluar el estado y requerimientos energéticos del cuerpo, y puede explicar porqué el cuerpo está tenso en ciertas áreas o puntos y se siente débil en otras.
¿Cómo es una sesión de Shiatsu?
Durante la sesión de Shiatsu, el terapeuta generalmente trabajará en todas las áreas corporales: brazos, piernas, espalda, abdomen, cuello y cabeza. Se aplica a una persona que viste ropa cómoda. La ropa deportiva de algodón es ideal para mantener la temperatura, ya que el ritmo cardiaco y respiratorio disminuirá y se podría sentir frío. Casi siempre se practica en el piso, sobre una colchoneta o futón. Esta práctica tiene una razón que obedece a la tradición; no obstante, hay otra consideración práctica: aplicar Shiatsu en el piso significa que el terapeuta puede utilizar el peso de su cuerpo, en lugar de fuerza muscular, para aplicar presión. Esto hace que el paciente esté más cómodo y por supuesto el terapeuta hará menos esfuerzo. El Shiatsu también se puede aplicar en posición sentada en una silla, o acostado de lado –muy útil para personas con problemas de espalda o pecho.
En cada sesión existe un equilibrio entre el trabajo general con presiones, movilizaciones y estiramientos, así como dedicación específica en ciertos canales. Esto es muy importante sobre todo cuando se trata un paciente con muy poca energía.
En Shiatsu se aplican presiones en los puntos de acupuntura tradicionales, conocidos en japonés como Tsubo, pero en Shiatsu también se reconoce que el Ki puede estar perturbado en cualquier parte a lo largo del canal.
Las presiones pueden ser, en ocasiones, suaves y prolongadas en determinados puntos. Esto es muy característico del Shiatsu y a veces podría parecer como si nada estuviese pasando. Sin embargo, el paciente tendrá una conciencia intensa de estar conectado con tales puntos, y al mismo tiempo a nivel fisiológico la presión estática liberará músculos tensos crónicos. Debido a que las emociones, viejos pensamientos y recuerdos se instalan en los tejidos blandos corporales, es posible que el paciente experimente una liberación emocional durante la sesión. A largo plazo esto puede ayudar a tratar situaciones psicoemocionales profundamente arraigadas.
No hay dos sesiones de Shiatsu completamente idénticas. El estado en que se encuentre el paciente determinará el orden y la elección de los canales que se estimularán así como las áreas anatómicas a las que se les prestará más atención. Esto hace que el Shiatsu sea tan estimulante para el que lo da como para el que lo recibe. La creatividad del terapeuta entra en juego, mezclando intuición y conocimiento de la teoría para construir una sesión completa y apropiada para una persona en particular en un momento dado. De esta forma una sesión de Shiatsu es un evento único.