¿Qué es estrés?

Estrés es un concepto un poco difícil de definir principalmente porque se trata de una experiencia individual subjetiva. Incluso los profesionales dedicados al control del estrés no se han puesto de acuerdo en una definición única aceptable para definir qué es estrés. El término estrés se ha convertido en un término incomprendido y mal utilizado que significa cosas diferentes para cada persona y esto es parcialmente la causa de esta confusión que rodea al estrés.

Estrés vs presión

Es una creencia común que requerimos de una cierta cantidad de estrés para poder actuar. Esto no es así, lo que requerimos es una cierta cantidad de presión, y la presión no es estrés. El estrés es el resultado de demasiada presión.

El psicólogo Cary Cooper, de la Universidad de Manchester Institute of Science and Technology, resume acertadamente la diferencia entre estrés y presión:

"Las investigaciones han demostrado que existe una diferencia psicológica entre presión y estrés. Una persona estresada tiene niveles más altos de las diferentes hormonas del estrés en su torrente sanguíneo que otra persona que simplemente se siente desafiada" (Cooper C.L., Palmer S. (2000) "Conquer your Stress" publishers: The Institute of Personel and Development)

 La ansiedad y la depresión son problemas de salud bastante más severos que el estrés, sin embargo, el estrés puede ser un factor en el desarrollo de estas enfermedades, o en la exacerbación de sus síntomas.

Signos y síntomas del estrés

El estrés, especialmente el estrés crónico, puede causar una amplia variedad de síntomas que puede incluir los siguientes:

Precaución

Algunos de los síntomas anteriores pueden estar asociados a problemas de salud tales como disfunción de la tiroides, ansiedad, depresión, infección, etc., de manera que es importante consultar al médico y no autodiagnosticarse. Es normal sentirse afectado por alguno de los síntomas anteriores en términos ocasionales, sin embargo, si lo síntomas persisten y éstos interfieren con su vida, será necesario consultar al médico para descartar problemas serios de salud.

La respuesta al estrés (respuesta de lucha o huida "fight or flight")

Cada ser humano tenemos un sistema inherente en donde parte del cerebro activa el sistema nervioso autónomo para desencadenar una serie de reacciones bioquímicas, hormonales y fisiológicas cuando percibimos que nuestra seguridad está amenazada. Estos cambios nos permiten tener mayor fuerza para combatir una amenaza o para tener mayor velocidad para huir de dicha amenaza. Este sistema, llamado de respuesta al estrés o de "lucha o huida", es tan antiguo como la raza humana y nos ayuda a combatir una amenaza física habilitándonos para correr o luchar contra una amenaza física, por ejemplo, el ataque de un animal salvaje como un tigre dientes de sable. Es una parte muy útil de nuestro sistema de defensa que nos ha protegido y nos ha permitido sobrevivir para alcanzar el nivel de evolución que tenemos hoy en día. Sin este sistema la raza humana no habría podido sobrevivir. Por su origen, su utilización debería ser de corto plazo y de activación esporádica. Sin embargo, actualmente vivimos en una sociedad bastante más compleja para la cual fuimos creados, las amenazas físicas prácticamente han desaparecido pero éstas han sido reemplazadas por factores estresantes de tipo psicológico que son infinitamente más difíciles de controlar. No podemos luchar o huir de problemas financieros crónicos. El cerebro no puede diferenciar entre una amenaza física y una psicológica para nuestro bienestar y desencadena la misma reacción bioquímica, hormonal y fisiológica contra el estrés, no obstante esta es una respuesta inapropiada para controlar factores estresantes psicológicos crónicos que son los que nos afectan principalmente en el Siglo XXI. Cuando percibimos una amenaza física o psicológica esto pone en marcha un sistema de alarma en el cerebro llamado hipotálamo, el cual secreta una hormona llamada CFR (Factor Liberador de Corticopropina). Esto estimulará a la glándula pituitaria que segregará una hormona llamada ACTH y ésta viajará a la glándula adrenal y causará la liberación de una hormona contra el estrés llamada Cortisol. Al mismo tiempo que el hipotálamo libera la respuesta hormonal contra el estrés, también libera impulsos eléctricos nerviosos que viajan a 130 metros por segundo, la liberación de las hormonas contra el estrés de la glándula adrenal llamadas Adrenalina y Noradrenalina. Estas hormonas del estrés originan cambios fisiológicos generalizados que preparan a nuestro cuerpo para luchar o huir tales como:

  1. Aumenta la frecuencia cardiaca
  2. Se tensan los músculos
  3. Aumenta la presión arterial
  4. Se acelera la respiración y se concentra en el pecho
  5. La sangre se concentra en los músculos (aumenta en un 300%)
  6. La sangre circula en áreas importantes como el cerebro y se aleja de áreas menos importantes como en sistema digestivo.
  7. Se seca la boca
  8. Sudan las manos
  9. Aumenta la transpiración
  10. Se dilatan las pupilas
  11. El sentido del oído se hace más agudo
  12. La digestión se hace más lenta
  13. La sangre se coagula más fácilmente
  14. Aumenta el nivel de azúcar en sangre
  15. Aumenta el nivel de colesterol en sangre
  16. Podemos pensar más rápido y con más claridad
  17. El bazo libera más glóbulos rojos al torr<ente sanguíneo

Estos cambios son excelentes a corto plazo, pero a largo plazo pueden minar la salud fisiológica y psicológica. Una vez que la amenaza estresante ha desaparecido nuestro cuerpo debería desconectar las hormonas del estrés e iniciar el proceso de relajación, reducir la presión arterial, reducir la frecuencia cardiaca, relajación muscular, etc., etc., y los niveles hormonales recobrar la normalidad. Sin embargo, en la vida moderna, la amenaza puede continuar durante semanas, meses o incluso años (La Dra. Alice Domar, conferencista de reconocimiento mundial, ha estimado que liberamos la respuesta del estrés hasta 50 veces al día).

 


Referencias

  1. Health and Stress: The Newsletter of the American Institute of Stress, No 4, 1999.
  2. McConville B. (1996) Beating the Blues, Self Help for Depression. Headline Publishers.
  3. Milligan S, Clare A (1994) Depression and How to Survive it, Arrow.
  4. O'Conner R, (1999) Undoing Depression: What therapy doesn't teach you and what medication can't give you, Berkley Books.
  5. Robertson I (1999) Mind Sculpture, Bantam Press.
  6. Sachs J. (1998) Natures Prozac, Simon and Schuster.
  7. Sarafino E.P. (1998) Health Psychology, John Wiley, 3rd Edition.